Concurso "Platos típicos de nuestra región"

Hago otro pequeño paréntesis en la serie de las tapas para participar en otro concurso. En este caso se trata de "Concurso Platos típicos de nuestra región"

La verdad es que me ha gustado bastante la temática, porque tenemos que preparar un plato típico de nuestra región, y eso es muy interesante, así aprenderemos nuevas recetas que, seguro, no conocemos.

Yo, que soy de la provincia de Málaga, he optado por el clásico Ajo Blanco malagueño. Una verdadera delicia.

Entre los mil y un gazpachos que florecen en Andalucía, uno de los favoritos es el ajo blanco. Como todos los platos famosos, ha traspasado las fronteras y sufre los efectos de la falsificación, pero quienes tengan la suerte de reponer fuerzas con un auténtico ajo blanco, no desmentirán la primacía de este gazpacho sobre los demás. Su mayor éxito lo alcanza cuando, llegada la época, se le añaden unas uvas moscatel a las que, no siendo perezoso el cocinero, les quitará la piel y las semillas.
Los poetas han dedicado sus versos al ajo blanco. Alfonso Canales da su receta en un soneto que comienza así: "Pon veinte almendras mondadas / y cuatro dientes de ajo; / añádele el agasajo / de unas migas asentadas / de pan de hogaza, empapadas..." El también escritor malagueño Enrique Llovet tiene su receta particular en la que advierte que en algunos sitios se le agregan también bolitas de melón y que es típico servirlo en el mismo cuenco en que se hizo.
El ajo blanco no puede renunciar a la uva moscatel, una de las glorias de Málaga. De ella nace el vino que encandiló al Zar de las Rusias cuando recibió de manos del embajador de España, el Duque de Osuna, una partida de cien botellas que eran de cristal de La Granja. Desde aquel día, el zar no quiso beber otro vino.

Los ingredientes que necesitamos para esta receta son:

30 almendras crudas sin piel

1 diente de ajo

1 trozo de pan
Aceite de oliva
Vinagre
Sal
Agua
Para acompañar:

Uvas

Jamón serrano seco (en el horno, a unos 100º poner unas lascas de jamón en papel vegetal, cubierto por ambos lados, con algo de peso encima, y dejar una hora aproximadamente)

Su elaboración resulta bastante sencilla. Echamos todos los ingredientes, menos el agua, en una batidora. Batimos hasta obtener una pasta similar a la foto 3, si os cuesta batirlo, echad un poco de agua, pero poco a poco. Obtenida la masa, la pasamos donde la vayamos a servir, y para aprovechar todo lo de la batidora, añadimos algo más de agua, batimos e incorporamos al recipiente donde la masa inicial. Mezclamos bien y ahora es cuando añadimos el agua, hasta obtener la textura deseada. A mí personalmente me gusta para beberlo directamente del vaso, pero si queréis comerlo con cuchara, simplemente dejadlo algo más espeso.
Reservar en la nevera y tomarlo bien frío acompañado de las uvas y el jamón.

Siendo éste el resultado final. Bien fresquito y listo para comer.

¡Espero que os guste!