Intento de "macarons" de chocolate

La primera vez que supe de estos pastelitos fue cuando fui a París, hace ya algunos años, pero debido a su precio desorbitado no los probé, pues iba con presupuesto de estudiante.

Este año, con mi hermana de Erasmus en Lille, los he comido hasta la saciedad, en Navidad trajo para un regimiento, y nos pusimos puos.

Tengo que decir que es un dulce que me atrae más estéticamente que a la hora de comerlo, no es de mis dulces favoritos. De hecho, me como uno, y listo.

Pero como en casa gustan mucho, no me podía resistir a prepararlos. 

Es la primera vez que los hago, y he tenido fallos, eso de salir a la primera, se ve que en el tema macaron es difícil, así que si os animáis, y no salen, no desistáis.

La receta que os dejo es con los tiempos que, en teoría, deben usarse para que salga un macaron perfecto, porque...¿de qué sirven unos datos que no valen, no?

Para estrenarme elegí unos macarons de chocolate con ganaché de chocolate blanco. Una mezcla fantástica, y un relleno muy fácil de hacer. Os lo aconsejo.

Receta:

Para los macarons:

2 cucharadas cacao en polvo

185gr. azúcar glas

100gr. almendra molida

125gr. claras de huevo

40gr. azúcar normal

1 pizca de sal

1 pizca de colorante rojo en pasta

Para el ganaché de chocolate blanco:

150gr. chocolate blanco

5 cucharadaa de nata para cocinar

1 cucharadita de aroma de vainilla

Elaboración:

Lo primero que haremos será pintar en las hojas de papel vegetal que vayamos a usar unos círculos, del tamaño de una boquilla de manga pastelera, por su parte ancha, 20 círculos por hoja. Así tendremos una guía perfecta para que todos los macarons salgan iguales. A la hora de utilizar la hoja, la pondremos del revés, con el dibujo para abajo.

Para los macarons:

Poner en un bol el azúcar glas, la almendra molida y el cacao. Mezclar y tamizar tres veces. Reservamos.

En un bol echamos las claras y la pizca de sal. Batimos a punto de nieve con la ayuda de unas varillas. Añadimos el azúcar  normal, a cucharadas y seguimos mezclando hasta que se integre bien.

Ahora añadimos el colorante, volvemos a batir hasta que se integre bien.

Con una cuchara de metal vamos añadiendo la mezcla de azúcar glas, almendras y cacao. El preparado debe quedar homogéneo y sin grumos.

Echamos la mezcla en una manga pastelera, y con la hoja de papel vegetal preparada, vamos haciendo cada "galletita". Damos un golpe seco a la bandeja de horno para que asiente la masa, y dejamos reposar al menos una hora. Con esto conseguiremos que se cree una pequeña costra.

Pasada al menos esa hora, metemos al horno, que previamente habremos calentado a 150º, y los dejamos durante 10-12 minutos. Sacamos y dejamos enfriar en la bandeja. 

Metemos otra de las bandejas, y así hasta acabar con ellos.

Para el ganaché de chocolate blanco:

En una ollita ponemos la nata y el aroma de vainilla, y llevamos a ebullición. Apartamos y añadimos el chocolate blanco, que habremos troceado. Removemos para que se derrita. Dejamos enfriar, tapamos y reservamos.

Montaje:

El montaje es lo más sencillo, en una de las mitades de los macarons ponemos un poco del ganaché de chocolate, tapamos con la otra mitad, y metemos en un tupper, así con todos. Tapamos el tupper y metemos a la nevera, pues es donde mejor se conservan.

Doy fe de que éstos macarons no tienen nada que envidiar a los que nos trajo mi hermana en Navidad. Así que, a pesar de la pinta resquebrajada que tienen, de sabor les doy un 10.

¡Espero que os animéis a hacerlos, pues os sorprenderán!