Freddi y un pastelito que quiso ser tarta

Freddi Dolcaria es una empresa que se dedica a la repostería, siendo una de las principales en Europa. Se encuentra en Castiglione Stiviere,en el Norte de Italia, entre Milán y Venecia.

Distribuye a muchos países, incluyendo el nuestro, y no solo dentro de Europa si no que se expande al resto del mundo.

Oferta una gran variedad de dulces, donde podemos encontrar paquetes con porciones individuales, tartas individuales, para dos o tres, brazos de gitanos, swiss roll..., y todo de muchísimos sabores, chocolate, fresas, tiramisú, leche..., ¡para todos los gustos!

En casa hemos tenido la suerte de probarlos, y la verdad es que para ser repostería industrial no están nada mal. Quizás la única pega que le encuentro es que están un poco secos, pero como tienen muy buen sabor ese pequeño detalle pasa desapercibido.

Como véis el lote que nos llegó a casa fue inmenso, pero confieso que ya no queda nada, somos muy dulceros en casa, y siempre después de comer, mis padres no perdonan el café con un poquito de dulce.

Pero no todo va a ser abrir el paquetito y comer, no no, yo he decidido dar un giro y crear de un swiss roll, una delicada tarta llena de sabores.

Receta:

Para la tarta:

1 Swiss Roll de chocolate blanco Freddi

4 yogurt de limón

1 bote de leche condensada pequeño

1 sobre de gelatina de limón

Para el merengue:

3 claras de huevo

250gr. azúcar glas

Para decorar:

Vitura de chocolate blanco 

Frambuesa 

Menta

Elaboración:

Lo primero que tenemos que hacer es preparar la crema de limón, para ello en un bol mezclamos los yogures con la leche condensanda. Por otro lado preparamos el sobre de gelatina, pero en vez de echar todo el agua que nos indique el fabricante, echamos 3/4, para que así la gelatina nos quede más consistente.

Cuando tengamos la gelatina echa y templada, la mezclamos con la crema que tenemos preparada con los yogures y la leche condensanda.

Llevamos a la nevera y reservamos.

Ahora vamos cortando el bizcocho en rodajas de un dedo de grosor aproximadamente. En un molde desmoldable, que forraremos con papel vegetal para poder serparar la tarta sin ningún problema, ponemos una capa de los bizcochos, ahora encima volcamos la mitad de la crema de limón, llevamos al congeldor, para cuaje un poco, sacamos y ponemos otra capa de bizcochos y cubrimos con el resto de la crema. Metemos en la nevera y dejamos hasta que la crema cuaje totalmente.

Una vez tengamos la tarta cuajada será el momento de preparar el merengue. Para ello, en un bol completamente limpio y seco, echamos las claras y batimos hasta que estén practicamente montadas, es entonces cuando iremos incorporando el azúcar, sin dejar de batir, hasta conseguir un merengue bastante duro.

Metemos el merengue en una manga pastelera, con una boquilla que os guste, y cubrimos los laterales de la tarta.

Ahora espolvoreamos las virutas de chocolate blanco y coronamos las tarta con un poco de merengue, frambuesa y menta.

Llevamos a la nevera hasta que se vaya a consumir.

Como véis queda una tarta muy apetecible, y a pesar de lo dulce que pueda parecer, queda muy compensada, porque el merengue no es excesivamente dulce, y la crema de limón tiene ese toque ácido que rectifica todo lo dulce que pueda haber.

Yo os animo a que la probéis, porque es una verdadera maravilla, y para los días que nos esperan creo que es un postre muy apetecible, así que ya sabéis.

Desde aquí quiero darle las gracias a la empresa por el magnifico lote que me mandó, y por darme la oportunidad de probar sus productos.

Y bueno, a vosotros...¿qué deciros?, os deseo lo mejor en este final de año. Espero que mañana paséis una noche fantástica, que no os atragantéis con las uvas, despacito pero con buena letra, y como no, ¡desayunad churros sin haber dormido!, que así es como se empieza bien el año..., yo voy a procurar llegar a los churros, ¡aunque la edad ya no perdona! (jajajaja)

¡Sed felices!, y mil gracias por haberme acompañado otro año más...